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Las puertas correderas de cristal son un recurso muy apreciado en el diseño de interiores actual. Además de aportar ligereza visual, permiten que la luz circule libremente entre estancias, creando hogares más amplios y conectados. Su estética se adapta tanto a estilos minimalistas como a propuestas más cálidas o industriales, convirtiéndose en una opción versátil para todo tipo de proyectos.
En espacios diseñados con detalle, como los que desarrolla Pilar Aguilar Studio, este tipo de puertas no solo cumplen una función práctica, sino que también actúan como un elemento decorativo clave que refuerza la personalidad del ambiente.
La primera gran ventaja es la optimización de la luz natural. Al eliminar barreras visuales, las estancias parecen más grandes y abiertas, lo que resulta especialmente útil en viviendas con pocos metros cuadrados o en ambientes con poca iluminación directa.
Otra ventaja fundamental es la gestión del espacio. Estas puertas no requieren un ángulo de apertura, lo que deja mayor libertad para colocar muebles o decorar sin limitaciones. Además, los sistemas modernos ofrecen un deslizamiento silencioso y seguro, gracias al uso de cristales templados o laminados que garantizan resistencia y durabilidad.
La elección del tipo adecuado depende tanto de la funcionalidad buscada como del estilo decorativo del espacio. Siguiendo categorías similares a las que plantea Bauhaus, podemos destacar:
Son las más comunes y consisten en una hoja de cristal que se desliza por guías visibles, generalmente instaladas en la parte superior. Este tipo de puerta aporta un aspecto moderno y resulta fácil de instalar en casi cualquier pared firme.
Se integran dentro del tabique, quedando ocultas cuando están abiertas. Son perfectas para quienes buscan una sensación de continuidad total y un acabado limpio, ya que el sistema desaparece a la vista.
Se utilizan para separar espacios amplios como salones o comedores, permitiendo abrir completamente el paso o cerrarlo con elegancia. Refuerzan la idea de fluidez espacial, ideal en proyectos abiertos.
Compuestas por varias hojas que se pliegan unas sobre otras, son muy útiles en estancias que requieren máxima apertura, como terrazas cerradas o salidas al jardín. Además, combinan ligereza visual con gran practicidad.
Incorporan marcos metálicos, generalmente en acabados negros o en tonos industriales. Además de estructurar el cristal, aportan carácter estético y se integran muy bien en decoraciones contemporáneas o tipo loft.
La integración adecuada de estas puertas depende del estilo decorativo de cada espacio. En un salón, pueden separar la zona de estar del comedor sin perder comunicación visual; en cocinas, ayudan a delimitar sin aislar, manteniendo los olores bajo control pero dejando que la luz fluya.
En dormitorios, se utilizan para dar acceso a vestidores o baños de manera elegante, mientras que en oficinas en casa permiten crear ambientes privados sin renunciar a la transparencia. La elección de herrajes y acabados es fundamental: desde guías de acero cepillado hasta perfiles negros de estilo industrial, cada detalle suma valor estético.
El cristal también se puede personalizar: desde el transparente clásico, hasta opciones al ácido, tintadas o serigrafiadas, que añaden privacidad y carácter decorativo. Esta versatilidad convierte a las puertas correderas de cristal en una inversión tanto funcional como estética, especialmente en el marco de proyectos de reformas integrales Girona donde cada detalle se diseña a medida.
El cristal templado es muy resistente a impactos, mientras que el laminado incorpora láminas internas que lo hacen aún más seguro al evitar que se fragmente en piezas sueltas.
Sí, siempre que exista espacio para colocar la guía. En el caso de las empotradas, se requiere modificar el tabique, lo que puede implicar una obra mayor.
No de forma negativa. Incluso pueden contribuir a un mejor aprovechamiento de la luz natural, reduciendo la necesidad de iluminación artificial durante el día.
Se integran bien en estilos modernos, minimalistas e industriales, pero también pueden adaptarse a ambientes más clásicos con acabados cálidos en la perfilería.
Sí, existen sistemas específicos de cierre que se adaptan a estas puertas sin comprometer su estética ni su funcionalidad.