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Un hogar con alma dentro de la muralla de Tossa de Mar
Hay lugares que no solo se habitan, se sienten. Esta casa, escondida entre las piedras centenarias de la muralla de Tossa de Mar, fue desde el principio mucho más que un proyecto de interiorismo: fue una historia compartida.
Nuestra cliente llegó con una visión clara y profundamente emocional. Soñaba con recuperar la esencia de este espacio tan singular sin perder su calidez, su intimidad, su magia. Juntas emprendimos un viaje para escuchar lo que la casa quería contar y transformarlo en un hogar vivo, lleno de luz, de texturas, de silencios.
Conservamos lo auténtico —muros de piedra, vigas antiguas, huellas del tiempo— y lo abrazamos con materiales nobles, tonos suaves y piezas escogidas con el corazón. Cada rincón fue pensado para reflejar no solo el alma del lugar, sino también la sensibilidad de quien lo habita.
Hoy, esta casa respira calma, memoria y belleza. Un lugar donde el pasado y el presente se encuentran, y donde cada detalle habla de una historia construida a cuatro manos.
